Con
la gente de mi edad, pareciera que hablar de la tesis es de mal gusto. A casi
todos nos cambia la cara cuando se menciona la palabra tesis (más si está antecedida por un “tu”). Mi directora de tesis,
Krisztina, me ha dicho más de una vez que debo verla como un ensayo largo, no
como la cosa terrible que hemos hecho de este requisito de titulación. De
febrero a marzo tuve cero avances en la tesis. Después de hablar con Krizstina,
me di cuenta de que mis pensamientos inconscientes hacia la tesis. Estaba
pensando que el avance que acordé con ella en febrero (el marco teórico) lo iba
a lograr de una sola sentada. Entonces pasaban los días y no encontraba el
momento indicado para sentarme y hacer toda la chamba. Generalmente mis
trabajos finales los hago en un día o dos. No fue hasta el último semestre que
dosifiqué el trabajo de todas mis materias en un espacio de dos semanas, y
planeé mis actividades para acabar a tiempo todo lo que tenía que entregar.
Esto mismo es lo que acordé hacer con Kriztina ahora: avanzar una cuartilla o
sección cada día. No desconectarme del trabajo.
En
enero pensaba que en mayo estaría lista la tesis, pero como mi avance en estos
meses no fue el esperado, la fecha tentativa cambió a agosto. De igual forma,
pospuse mi trámite del servicio profesional (aunque pude haberlo hecho el año
pasado).
El
plan para los siguientes 12 meses, entonces, va así:
·
Junio: Me retiro de
la escuela en la que ahora trabajo. Regreso a León y, además de volver a crossfit, echaré a andar
los siguientes proyectos: 1. Ampliar mi cartera de clientes para clases
privadas. 2. Empezar a dar clases por internet, sea via italki u otra. 3.
Ampliar mi negocio de salsas (proponer un ingreso mensual deseado y para
lograrlo distribuir las salsas en restaurantes, cafés o ferias artesanales). 4.
Redactar el plan de negocios para tours gastronómicos para extranjeros en León.
5. Participar en el negocio de rentas de mis papás. 6. (Si quiero y tengo
tiempo) Crear un curso de alfabetización digital a domicilio para adultos, y
empezar a ganar dinero con él.
·
Agosto: Terminar la
tesis y hacer los trámites correspondientes.
·
Octubre: Liberar el
Servicio Social Profesional. Hacer trámites de titulación.
·
Diciembre: Título
profesional en proceso. Tener un ahorro importante y empezar los trámites para
emigrar temporalmente para enseñar español en una ciudad anglófona o
francófona.
·
Abril 2017: Estar ya
titulada y enseñando español en otro país.
Me estresa
pensar en la titulación, pero también estoy emocionada por regresar a León y
ponerme a hacer un montón de cosas. Para mí es importante también trabajar
independiente. Creo que puedo proponerme un ingreso (y ahorro) mensual bastante
decente y orientar mis proyectos para cumplirlo. El proyecto grande de negocio
que empecé el año pasado lo voy a dejar en pausa todavía este año y hasta que
regrese del extranjero. Definitivamente quiero enseñar español fuera de México
por un tiempo de entre 1 y 3 años.
Regresando,
tentativamente en 2019, quiero terminar y echar a andar el plan de negocios
grande, y un par de años después empezar una maestría en Lingüística Hispánica.
Para
concluir, diré que tengo muchas ideas para cuando acabe la carrera. Sin
embargo, estas dos semanas he tratado conscientemente de romper una racha de
desdén hacia mis requisitos de titulación. Creo que este es un momento
importante porque a partir de junio mis ingresos y bienestar dependerán, más
que en mi época de universitaria, de mis buenos hábitos.
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