Creo que la LEES (Licenciatura en la Enseñanza del Español como Segunda Lengua) me ha aportado 3 cosas principalmente:
1.
El prestigio y confianza para alumnos y
empleadores que da el estudiar una carrera tan específica como esta en una
universidad pública con relativa buena fama.
2.
Conocimientos teóricos que superan a los
maestros tradicionales con muchos años de experiencia.
3.
Conocimientos lingüísticos (que en su mayoría
adquirí con Aurora Bribiesca en Letras Españolas).
4.
La oportunidad de titularme y buscar una
maestría después.
Creo que para mí la enseñanza ha sido una vocación y el
español un gusto que ha aumentado conforme a mi conocimiento de la lengua.
Creo, también, que a veces en la licenciatura le damos la vuelta a los mismos
temas y que si he mejorado como profesora de ELE necesariamente tiene que ver
con mis experiencias enseñando (claro que la misma licenciatura me ha orillado
a o permitido tener esas experiencias).
Considero que actualmente soy mucho más segura respecto a lo
que sé porque he pasado ya varios semestres en la licenciatura. De la misma
forma, no me siento tan ansiosa ahora al momento de conocer a un estudiante o
un grupo, ni me quiebro la cabeza tanto con las planeaciones. Lo que más me
gusta es tener una herramienta de análisis morfosintáctico que me ayuda mucho a
la hora de responder preguntas gramaticales. Es decir, no tengo en la memoria
una gramática normativa enciclopédica pero sí tengo conocimientos básicos y la habilidad de analizar y entender fenómenos lingüísticos por los que los
estudiantes preguntan.